Para empezar, el buen hipócrita es una referencia a un hombre de costumbres. No se dice de quien es un buen hipócrita de vez en cuando, no: se dice de quien lo es con hábito. ¿Y qué hace este buen hipócrita? Pues mantiene la realidad como es mejor para todos, aunque no sea lo mejor para él ni la que él quiere: ese es el buen hipócrita. Su hipocresía no surge por ni para sus debilidades, si no para ayudar a los demás en las suyas.
Un héroe que va a su muerte: "Volveré."
Alguien que quiere librar de sus penas a otro: "No llores.", y después él mismo llora, casi por ambos.
Por y para los demás. Así es el buen hipócrita que no sucumbe a que lo llamen mentiroso(raro sería que no se lo llamaran), que no le da importancia a lo que los demás piensen y solo piensa en hacer bien lo que hace. Por eso no le culpéis si no vuelve de la guerra, no os enfadéis con él si lo veis hundido a llorar después de que os dijera a vosotros de no hacerlo: El resultado iba a ser el mismo, y la espera, mucho más dolorosa. Por eso lo hace. Pretende cargar el mundo a sus espaldas. Y si las plantas son verdes y a ti no te gustan, las pinta aunque después eso te haga aún más daño. En ninguna parte hipócrita es sinónimo de vidente. Lo hacemos lo mejor que podemos, nos equivocamos sin querer y aceptaremos la carga de nuestros errores para continuar con nuestra convicción:
"Vivimos en el mundo en el que nos hacemos vivir."
Somos hipócritas. Vivimos entre lo que es y lo que no. No nos confundáis con los mentirosos que sólo viven en una de las dos; no nos confundáis con los sinceros, que viven en la otra. Somo hipócritas:
"Nada menos y nada más."