"Porque antes si nos oían era pecado, pero ahora quizás sea delito."
Libertad de Expresión
Derechos, según a quien
En los siguientes dos grupos están la mayoría de los Hipócritas conocidos, así que hablaré con confianzas:
Primero están los hipócritas que a mi más me gustan: La gente que critica el comportamiento público de alguien (comportamiento desde "controvertido" hasta "hiriente") con la autoridad moral que les permite responder al comportamiento indecente de alguien, lo que les permite el uso de insultos como "Hijo de puta", "Gilipollas" o cosas como "Muérete", expresiones, ahora nada reprochables por estar dirigidas a alguien que es calaña humana tras el juicio personal realizado. Ésta clase de Hipócritas entienden que la libertad de expresión va con quién lo diga y a quien lo oiga, pues obviamente no es lo mismo que yo le diga a un policía "te voy a meter unas hostias" a que me lo diga él a mi.
Pero es que vamos a ver, es verdad. Queremos considerarnos todos iguales y eso no puede ser, no es cierto. Todos podemos hacer humor negro, criticar al vecino/a por esto u aquello...pero ojo, si algún día un cargo público lo hace, debemos echarlo. Es normal. El ya no es como lo demás, ahora tiene unas apariencias que guardar.
Después están otros que al menos tienen buena intención. Son los que valoran la libertad de expresión en función del efecto que causa. Es decir, se permite aquello que no hiera sensibilidades, que no fomente la violencia, actos ilegales, etc. Pero claro, aquí la pregunta es clara, ¿Quien marca el límite? Porque igual a mi el término "Hijo de puta" me ofende tanto como a una persona que pasó por una situación difícil le molesta una mofa sobre el hecho en cuestión. Véase burlas sobre deformidades o enfermedades que se han vivido de cerca, por ejemplo. Sucesos sensibles a cualquier tipo de comentario. Como puede que yo lo sea a cualquier otra expresión. Porque lo que está claro, es que aquí cada uno se escandaliza con lo que puede, que eso no se elige. Además, no olvidemos que esta gente después apenas se ve, porque se ven absortos por los anteriormente mencionados, que vienen a solapar su autoridad moral a la defensa de una víctima de los hechos (bromas, opiniones, actos, etc.) que aveces no le da importancia a los mismos.
Porque no puede ser que si a mi me escandalizan las faldas cortas y la música heavy, las haya. No puede ser que si estoy obeso alguien me diga gordo para que haga ejercicio, porque igual hiere mi sensibilidad. Y ya decirme gordo porque sí, olvídate. Aunque lo sea tanto como soy alto, castaño, bajo, rechoncho... Por que es ir a doler. Casi peor que llamar negro a un negro o blanco a un blanco.
Según la sociedad.
Por mayorías. Como toda buena democracia o sistema que pueda aprovecharse del populismo, también la libertad de expresión va por lo que diga la sociedad. ¿Y qué es la sociedad? Pues es como la mayoría, pero en lugar de ser el número más grande es la repercusión más alta. Porque no siempre el que hace más ruido tiene más gente, pero es el ruido el que mueve el mundo. Así funciona. Son unas collejas en el patio del cole hasta que la madre denuncia en el periódico y lo llaman "bullying", porque hay que darle nombre, y entonces ya no puede ser gracioso para nadie y hay que atacarlo y exterminarlo cual viruela, cual hombre desnudo por la calle u hombre que toca en la misma sin permiso, fuera de hora y despertando al vecindario, provocando ambos ese famoso "desorden público" que no es nada si nadie se queja: Hay que actuar, la gente se queja.
Los debates son para cobardes; la lógica, para un pueblo culto. Muchos saben aprovecharse de ello: Insiste pronto, genera polémica que pocos conozcan en profundidad, dales lo que tienen que saber y dirígelos con su propio ego y sus creencias. Y hazlo rápido. Si no se enfría la cosa, y hasta se informan. O peor. Aveces buscan una solución sensata, como si hubiera que razonar o saber para hacer algo. Como si hubiese soluciones objetivas y lógicas.
Todo vale
Porque las cosas son como son, la gente piensa lo que piensa y lo que hay que hacer es asumir, respetar y pensar lo que uno quiera después: comunicar tu opinión para cambiar otra. No pretendas que nadie desentone por la calle; que las mujeres guarden sus pechos y los hombres sus miembros para no escandalizar: enseña a quien se escandaliza que las mujeres tienen pezones y los hombres pene. Y lo mismo con las palabras, con otras mil cosas: ¿Por qué proteger a los niños de los tacos, las drogas y todo lo que les queremos enseñar que es malo? Están ahí, es mejor que se mentalicen, lo conozcan y después enseñarles qué es bueno y qué es malo. Hay quien consume, hay quien no estudia, quien roba, quien mata...Sí. Pero que no lo hagan ellos. Que conozcan el por qué. Que conozcan a quien sufre, a quien padece, a quien humillan... Para que nunca sean participes. Que se conozcan a sí mismos para que otros no les mientan sobre lo que son. Porque proteger a una persona de lo que terceros piensan de ella (Fea, gorda, idiota, ladrona...), de lo que terceros hacen, es solo proteger sus inseguridades. Toda persona debería saber como es y respetar que el resto sea distinto, que no ofende quien quiere si no quien puede. Y que hay límites, pero hay que saber donde ponerlos. Porque es de decoro decir que, salvo unos pocos, todos saben que todo vale hasta unos mínimos razonables.
Porque al final la gente sensible tiene que madurar. También a los tímidos y a los reservados, que son atrasos sociales. ¿ Gente que no es capaz de defender lo que piensa o expresar lo que siente? Por favor. Es como preocuparse de lo que piensan otros. ¿Por qué no hacer sátira ofensiva sobre lo que alguna gente cree profundamente? No son insultos, es mi opinión. Si se ofenden es su culpa, debemos madurar.
Y así, al final, la libertad de expresión...
Cada uno con la suya. Por eso si hacemos el amor que sea en silencio. Porque antes si nos oían era pecado, pero ahora quizás sea delito.
Pst especial: Bueno, primero, tristemente agradecer la motivación de retomar este blog, que será básicamente para esto (la exposición de temas que me tienen altamente afectado por su hipocresía y doble vara, y de la que muchas veces me veo participe sin querer). Y segundo, decir que dicha y triste motivación viene dada por el linchamiento social a un personaje político por unos tuits (en cuyo contexto no entraré) de una forma que más que individuo social me hizo sentir como parte de una manada. Y no quiero. Así que rajo por si a alguien, gracias a esto, le diera por pensar en lo que tantas veces hacemos: matar la libertad de expresión al hablar de ella.